El ejercicio: ¿realmente es medicina para el corazón?
Hemos escuchado una y otra vez que el ejercicio es clave en la prevención de múltiples condiciones de salud y, cuando se trata del corazón, cobra más relevancia. Pero, ¿realmente es tan eficiente en prevenir enfermedades? ¿Qué exactamente hace que beneficia mi cuerpo y mi corazón?
El corazón es un órgano muscular cuya función es vital para el funcionamiento de todos los demás órganos en el cuerpo, y como todo músculo, ejercitarlo ayuda a mantenerlo en forma para continuar trabajando de la manera adecuada.
Supongamos que nuestro corazón es una persona. Sabemos que cuando estamos sedentarios por mucho tiempo, nuestra capacidad aeróbica disminuye, y en un abrir y cerrar de ojos estamos fuera de forma, lo que también puede contribuir a un sistema inmune debilitado que nos lleva a estar más propensos a enfermarnos o tener un “achaque”. Cuando el corazón no recibe esas aceleraciones causadas por el ejercicio aeróbico, no logra fortalecerse y otros factores causados por la falta de actividad, como el sobrepeso, pueden entonces dejarlo aún más débil y susceptible al desarrollo de enfermedades crónicas.
Para ser más precisos, a continuación, presentamos algunos efectos positivos que tiene el ejercicio en el cuerpo y sobretodo, en el corazón:
- Quema calorías. Esto ayuda a mantener un peso saludable o bajar el peso de más. El sobrepeso es un factor de riesgo para las enfermedades cardiacas, entre muchas otras condiciones.
- Disminuye la presión arterial. Mantener una rutina de ejercicio aeróbico moderado ayuda a bajar la presión arterial, previniendo así la hipertensión, que es otro factor de riesgo.
- Reduce el estrés. El estrés es inevitable, pero mantenerlo bajo control puede prevenir que el mismo aumente la presión arterial, la inflamación en el cuerpo y otros factores importantes para la salud cardiovascular.
- Reduce el colesterol. El ejercicio puede disminuir el LDL (nivel de colesterol “malo”) que es también es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Entonces, ¿cuánto ejercicio debo hacer? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la recomendación para niños y adolescentes de 5-17 años es de 1 hora diaria de actividad física moderada o vigorosa. Para los adultos la recomendación es de 150min de actividad moderada o 75min de actividad intensa semanales.
¿Y si ya padezco de una enfermedad cardiaca? La recomendación continúa siendo el realizar ejercicios, siempre y cuando no produzca arritmias o angina. Consulta con tu cardiólogo cuál sería la mejor opción para tu caso en particular.
El ejercicio no debe ser una carga — idealmente, debe ser algo placentero, y para ello es importante encontrar algo que te guste. El ejercicio aeróbico puede incluir caminatas en trotadora o en el exterior, nadar, bailar, correr bicicleta, subir escaleras, brincar cuica o algún deporte como el baloncesto, tenis, fútbol, etc. Encuentra alguna actividad que te entretenga y/o pon esa música que tanto te anima y ¡actívate por tu corazón!