¿Puede el tamaño de mis senos ser un factor de riesgo para cáncer de mama?
Cuando hablamos de cáncer de mama, usualmente lo relacionamos como un problema exclusivamente de mujeres, ya que la incidencia en ellas es 1 de cada 8 mientras que en hombres es apenas 1 en cada 300. Pero, ¿tiene esa incidencia algo que ver con el tejido mamario o su densidad? Aunque no se puede decir que en definitiva si, un estudio de la Universidad de California en San Francisco concluyó que las mujeres que tienen un tejido mamario denso están en mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
¿Qué significa tejido mamario denso? El tejido mamario se compone de glándulas, conductos y tejidos densos y grasos. Los tejidos densos dificultan la visibilidad en los estudios radiológicos, por lo que pueden ocultar un cáncer pequeño. En estudios radiológicos de densidad se evalúa la mama y se califica en 1 de 4 posibles resultados:
- A: predominantemente graso: Este resultado implica que el tejido de las mamas está compuesto por grasa casi en su totalidad. Aproximadamente 1 de cada 10 mujeres tiene este resultado.
- B: áreas dispersas de densidad fibroglandular: Este resultado implica que hay áreas dispersas de densidad, pero la mayor parte del tejido mamario es graso. Aproximadamente 4 de cada 10 mujeres caen en esta categoria.
- C: heterogéneamente denso: Este resultado implica que hay áreas de tejido graso, pero la mayor parte del tejido mamario es denso. Aproximadamente 4 de cada 10 mujeres se clasifican en esta categoría.
- D: extremadamente denso: Este resultado implica que casi todo el tejido mamario es denso. Aproximadamente 1 de cada 10 mujeres tiene este resultado.
Cuando se obtiene un resultado C o D ya se considera que la mujer tiene tejido denso. Es decir que la mitad de las mujeres que se realizan una mamografía se califican como con tejido denso. Es muy importante recalcar que tejido denso no significa voluminoso, es decir, no tiene que ver con el tamaño de los senos. Puede haber tejido denso en mamas grandes o pequeñas, la densidad tiene que ver con su composición.
Aún con esto en perspectiva, el examen de prevención más efectivo continúa siendo la mamografía, recomendada anualmente a partir de los 40 años. De resultar con tejido denso su médico podría recomendarle alguna evaluación adicional basándose en otros factores de riesgo que pueda tener como el factor hereditario, sedentarismo, obesidad, entre otros.